martes, 9 de diciembre de 2008

LA EDUCACIÓN DE LAS NIÑAS

Las niñas también debían pasar por la "Eugenesia"
Las mujeres recibían también una educación gestionada por el Estado, basada en la gimnasia, la lucha y el atletismo, y que tenía como finalidad principal capacitarlas para engendrar niños sanos y fuertes, futuros guerreros. Se trataba de combatir los rasgos considerados femeninos (gracia, cultura) mientras se endurecía el cuerpo. La mujer espartana llevaba habitualmente el peplo arcaico, sin coser por el costado.




En las ceremonias religiosas y en las fiestas iban directamente desnudas, lo mismo que en las competiciones públicas de atletismo o lucha.





La educación femenina buscaba también reducir al mínimo los sentimientos: el matrimonio no debía ser sino la ocasión de producir futuros guerreros. Incluso el préstamo de esposas entre amigos se consideraba normal, y no era oficialmente vergonzoso ceder la propia a alguien más joven y fuerte para que engendrara de ella hijos igualmente vigorosos.
El matrimonio no era convenido por los padres, sino realizado de acuerdo con la voluntad de los dos futuros cónyuges. A diferencia de la Grecia clásica, donde los jóvenes se casaban muy pronto, en torno a los 14 ó 15 años, en Esparta el matrimonio solía concretarse hacia los 20 años. Ellas se dejaban “raptar” por el joven elegido y luego vivían una temporada cada uno en su casa. Solamente se veían fugaz y esporádicamente, habitualmente en la noche o al atardecer. Se decía que algunos hombres eran padres sin haber visto a su mujer bajo la luz del sol.

Como contrapartida a su dura educación, las mujeres espartanas gozaron de una notable libertad de movimientos, a diferencia de las demás mujeres griegas, recluidas casi de por vida en el gineceo, practicaban deportes como los hombres y peleaban completamente desnudas. Podían también heredar de sus padres, lo que les proporcionaba gran independencia de los hombres y solían ser ellas las que administraban la economía familiar.


Las mujeres que asistían a los
juegos olímpicos eran únicamente mujeres solteras y en "busca de esposo". Las esposas y las niñas no podían asistir a estas fiestas.

Como madres fueron insuperadas, pues engendraban héroes.

Daban mucha importancia al escudo, ya que pensaban que no sólo cubría al portador sino también al hombre que tenía al lado, por ello lo consideraban un símbolo de camaradería. De ahí la famosa frase que dice una madre a un hijo antes de partir a la guerra: "Vuelve con tu escudo o sobre él"



1 comentario:

Unknown dijo...

Hola, muy buena página. Te dejo un artículo por si te interesa https://gabrielrosselloblog.wordpress.com/2017/04/23/la-infancia-y-la-educacion-en-esparta/